MIRS proyecta alta demanda de su solución robotizada para cambio de revestimientos de molinos

MIRS proyecta alta demanda de su solución robotizada para cambio de revestimientos de molinos

1 Abril 2021

La aplicación, desarrollada en Chile y única en el mercado, reduce entre 40 y 50 las horas de mantenimiento, elimina la exposición de operadores a riesgos, mejora el control del equipo, y entrega mayor confiabilidad a las concentradoras mineras.

Un proceso más rápido, más seguro y de mejor calidad ofrece la solución robotizada para el cambio de revestimientos de molinos desarrollada por Mining Industry Robotic Solutions, MIRS, filial de HighService Corp.

Bajo el lema “Nadie en el molino” y luego de extensos análisis y múltiples pruebas, la empresa nacional logró concretar esta aplicación que permite transformar íntegramente una tarea hasta ahora manual a una totalmente automatizada, y que se realiza en menos tiempo.

“Se trata de una solución única. No existe ninguna alternativa en el mercado que se le compare, ya que lo disponible no elimina la presencia de personas en el molino, ni puede ser más rápido”, afirma Igor Elías, Gerente de Línea de Negocios Molienda de MIRS.

VENTAJAS

Entre las principales ventajas que tiene el cambio robotizado de revestimientos, figura la de evitar que los clientes se vean enfrentados a la disyuntiva de optar por la seguridad o la velocidad de la operación.

“En términos de seguridad bajamos en 100% la exposición de las personas. No estamos hablando de desarrollar un procedimiento administrativo o permiso de trabajo, poner barrera o reja, o usar arnés, que son medidas preventivas, sino que eliminamos el riesgo”, sostiene. Además, esta   solución permite realizar las tareas con hasta un 35% de mayor rapidez que el proceso actual de

cambio de revestimientos. “Una hora de mantenimiento representa del orden de US$150k a US$250k producción”, resalta.

“Se trata de una solución única. No existe ninguna alternativa en el mercado que se le compare, ya

que lo disponible no elimina la presencia de personas en el molino, ni puede ser más rápido”, Igor Elías.

CALIDAD DEL PROCESO

Elías señala que otro beneficio es la calidad del proceso. “Hoy la instalación de los revestimientos se hace apurado y queda a juicio del operador. En cambio, con los robots se puede establecer un nivel de calidad que nunca se ha tenido. Y eso permite un mejor control operacional del molino. Va a tener menos incidentes, lo que conlleva una mejora en la confiabilidad”, indica.

“El robot controla todas las instalaciones. Limpia, lubrica, instala, hace el torque calibrado, entrega un certificado digital del perno y pasa al siguiente. Y todo eso puede ser verificado en línea”, explica.

Para concretar esta solución, MIRS creó en 2019 una división especialmente enfocada en el cambio de revestimientos, con cerca de diez pruebas industriales realizadas en faenas de clientes, a la fecha. Además, en sus instalaciones construyó aa escala real dos molinos SAG de 36 y 38 pies, y uno de bolas, de 24 pies de diámetro, lo que ha permitido completar más de 16 meses de pruebas continuas en equipos a escala completamente real.

OFERTA Y PERSPECTIVAS

La oferta de la empresa abarca tanto los robots que van por fuera como los que operan dentro de los molinos. Los primeros ya están disponibles comercialmente, por lo que cualquier cliente puede solicitar la evaluación para especificar el sistema que requiere, y proceder a la implementación de manera segura.

Mientras que la máquina interior está en una etapa previa, en medio de las últimas fases de validación de desarrollo para proceder a su fabricación.

En materia de contratos, la compañía ha avanzado con dos grandes clientes en Chile, y está en conversaciones con tres operaciones ubicadas en Perú. Y a través de sus oficinas en Estados Unidos y Australia comenzará una fuerte campaña de ventas, por lo que sus expectativas son muy altas. “Y no menos relevante es que el cambio de revestimientos robótico no solamente está hecho en Chile, por chilenos y con maestranzas locales, sino que además tiene el mérito de que soluciona problemas tecnológicos que hasta ahora no habían sido resueltos en ningún país”, concluye Elías.